Alexis Racionero es la persona que va a impartir el mini-ciclo de cine sobre Lenguaje Cinematográfico en la biblioteca pública de Ciutadella. Es doctor en Historia del Cine y profesor en la ESCAC (Escuela Superior de Cinema i Audiovisuals de Catalunya). Viajero, fotógrafo y documentalista, entre sus obras destaca Railway to Heaven (2011) y Rubber Soul (2005), ambas disponibles en la plataforma FILMIN. Además es autor, entre otros, del libro El lenguaje cinematográfico de la editorial UOC y El ansia de vagar (RBA) premio Eurostars 2013 de literatura de viajes. Podéis consultar su biografía y proyectos aquí
Hace poco que vino a Menorca para hablar sobre cine y hoy lo tenemos otra vez por aquí. ¿Qué le atrae de la isla?
Tengo un vínculo sentimental con la isla. Jesús Moll, el segundo marido de mi madre, era menorquín y me descubrió de pequeño Menorca, las taules y sus lugares. Incluso me enseñó a nadar. Ahora Menorca se ha convertido en mi escapada, la desconexión que me permite venir a escribir, tener tiempo para mí y involucrarme en proyectos como dar cursillos o charlas de cine y planear documentales como El misteri de les taules. El último año verano hablé sobre thriller y nuevas series de tv, en invierno de historia y cine y ahora de lenguaje cinematográfico.
¿Qué le parece que Menorca se posicione en el mapa de los festivales internacionales de cine?
Me parece muy bien, ya que la isla es un lugar que cualquiera está encantado de visitar o descubrir por primera vez. Además, pienso que es positivo que haya propuestas culturales más allá del turismo de playa. Lo que me gustaría es que el festival se posicionase, apostando por una línea clara en cuanto a temática y contenidos. Yo crecí con un festival de cine de terror y fantástico en Sitges que ahora parece haber muerto de éxito, a costa de incluir en su programación todo tipo de películas.
Un festival necesita calor, vivir el cine, sesiones de madrugada, maratones… de momento, lo que se ha hecho aquí hasta ahora parece que va por buen camino.
Nada en el cine es casualidad y se articula a través del lenguaje cinematográfico. ¿De qué nos hablará en la biblioteca de Ciutadella? ¿A quién va dirigido el mini ciclo?
Bueno, el cine no tiene porque ser una mecánica donde todo se calcula, aunque se trabaja mucho con el llamado guión de hierro que consiste en un guión técnico perfectamente predefinido antes de rodar. Hay también una parte artística, abierta a la improvisación e inspiración o de espontaneidad en busca de captar la realidad. Sin embargo, lo que parece claro es que el cine tiene unas herramientas propias, unas formas de expresión más allá de la ilustración de una novela. En este miniciclo hablaré de los recursos específicos del cine, mostrando ejemplos de cine puro, aquel que se expresa con imágenes y no necesita de la palabra para transmitir algo. Esta pureza del lenguaje cinematográfico se encuentra en pioneros anteriores a la llegada del sonido, como Murnau o Griffith, aunque luego son muchos los que han seguido este camino, como por ejemplo Hitchcock, Welles, Kubrick, Ford o incluso Tarantino que tiene excelentes diálogos y también lecciones de cine puro.
Una vez adquirido este conocimiento la experiencia de ver cine cambia. Para usted, ¿qué es mejor, el ojo ingenuo o experimentado?
(Risas) Esta ha sido una de las grandes cuestiones con mis alumnos de la ESCAC o la Casa Elizalde de Barcelona. Bueno, la experiencia cambia, pero la gran suerte es que, si la película es buena, te arrastra y el análisis fílmico queda abrumado por ella. En estos casos, puedo disfrutar del film como cualquier espectador la primera vez. Después voy dos o tres veces para fijarme en su lenguaje y recursos. Para mí una buena película, como toda obra de arte o forma de comunicación, debe llegar a todos los ojos. Viendo Vértigo, Bonnie & Clyde, Boyhood o American Beauty todos podemos sentir emociones similares a pesar de tener capas de lectura diferentes, pero lo importante es que la película llegue. La cuestión a veces consiste en hacer ver que hay cine más allá de la narratividad. Vivimos en el tiempo de los spoilers y el culto al argumento pero, por ejemplo, Persona, El espejo, La gran belleza o 2001, ¿son películas que se puedan explicar? Para mí son experiencias audiovisuales.
Usted es un gran viajero, y de hecho ha realizado varios documentales en los países que ha visitado. En este momento, ¿tiene algún proyecto en Menorca?
Sí, he rodado en Cuba, India, China y Tíbet, habiendo viajado por casi toda Asia como explico en libros como El ansia de vagar y en otro de próxima aparición. Por otra parte, me fascinan las taules menorquinas desde muy pequeño, y por eso quiero aportar mi granito de arena a la candidatura de la Menorca Talaiòtica ante la Unesco. He rodado el 30% del documental El misteri de les taules y después de tener el apoyo del Consell de Menorca e IB3, busco la parte de presupuesto que nos falta vía crowfounding que haremos el próximo septiembre. Si todo va bien el documental estará listo en marzo del 2017 y espero poder presentarlo en el Festival Internacional de Cinema Menorca.