El Festival Internacional de Cine de Menorca sigue apostando por el talento cinematográfico emergente

Once cortometrajes formarán parte de la sección Talent Jove 2021

De éstos, cinco forman parte del taller organizado por el FICME e impartido por el cineasta menorquín Macià Florit

El FICME ha sido, desde su primera edición, un certamen activo en la formación de públicos así como de talentos que, más tarde, pudieran formar parte del tejido audiovisual balear. Es por ello que, hace ya tres ediciones, el festival reserva una de sus sesiones a estos jóvenes creadores a través de la sección Talent Jove, con un premio de 500 € que otorga el mismo público asistente por vía de su voto. Este año, la sesión tendrá lugar el miércoles 14 de julio a las 19 h en el Cine Canal Salat de Ciutadella, reabiertos para la ocasión, y contará con la asistencia de buena parte de los y las creadoras.

Formación de talentos audiovisuales.
El compromiso del festival con los y las jóvenes creadoras no es solo a nivel de programación, sino también a través de la formación. Durante seis meses —de enero a junio—, el FICME ha organizado un taller conducido por el cineasta menorquín Macià Florit, autor, entre otros, de los tres primeros spots del festival. Durante este periodo de tiempo, Florit ha seguido cinco proyectos de siete alumnas que se presentarán a la sección Talent Jove. “Ha estado precioso ver este proceso creativo desde dentro”, comenta, explicando que todos los cortos resultantes son, de alguna manera, la traducción audiovisual de las consecuencias vitales y emocionales del confinamiento y el año de pandemia. Por el potencial y buenos resultados de este taller —que ha sido posible, también, gracias a la colaboración del Ayuntamiento de Maó— la organización pretende que pueda ampliarse y llegar a talentos de todo Baleares en un futuro.

Talent Jove 2021. Este año, un total de once obras formarán parte de la selección Talent Jove. Maria Miquel y Erik Anderson proponen una pequeña pero poderosa fábula ecologista en Consciència; Ángela Tortajada explica la historia de una chica extraviada y su encuentro con un singular personaje en Entelequia; Marta Kinkenberg plantea una nostálgica alegoría audiovisual sobre el paso del tiempo en dos espacios diferenciados en Flow of Time; Clara Vizcaíno juega con la comedia en una accidentada cita en un restaurante en Mesa para dos; Maria Hernandez Ruiz representa el luto de un padre de familia en una situación absolutamente contemporánea en Sàvia; y Arnau Cloquells conjuga mar y surf para hablar de sostenibilidad en Tao. A estos cortos se suman las cinco piezas realizadas en el marco del taller organizado por el FICME. Son Com sa llimonada i es gin, de Clara Marquès y Judit Bosch, una pieza vitalista y llena de luz que exalta el valor de la amistad, especialmente en momentos de distanciación forzada; Com si fóssim gavines, de Araceli Florit, relato cronológico en primera persona de la llegada de la pandemia, de los sueños que quedaron a medias y de la receta de la esperanza; Del camp, de Judit Bosch y Clara Marquès, documental sobre la vida en el campo menorquín a partir de testigos de campesinos de diferentes generaciones; Encerrados, de Andrea Lopera, representación del confinamiento y de la angustia que brota entre las cuatro paredes; y M’he despertat somiant, de Darina Dvorakova, una historia de una amistad con toques surrealistas y un realismo mágico que nos descubre la cara oculta de nuestro día a día.

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